Origen de la muñeca artesanal de Queretaro

Conoce el significado e historia de la muñeca Lele, una emblemática artesanía queretana. Por su popularidad, ha visitado importantes ciudades alrededor del mundo como San Francisco, Madrid, Londres, Sídney y Shanghái.

Bien dicen que, como México, no hay dos y para muestra basta un botón, pues la muñeca otomí Lele es el más claro ejemplo de que la artesanía mexicana puede conquistar al mundo.

El origen de Lele, que en lengua otomí significa bebé, surge a raíz de una fusión de los ritos prehispánicos con las costumbres españolas.

Actualmente son hechas de trapo y listones de colores, se cree que las primeras fueron hechas con arcilla, palma y cabellos de maíz. La tradición cuenta que estas muñecas se colocaban en los sepulcros infantiles para alejar los malos espíritus de los niños difuntos. Con la llegada de los españoles, fungieron en los mercados como una alternativa perfecta ante los juguetes importados de España, principalmente muñecas de porcelana.

Cerca de 10 mil artesanas otomíes de las comunidades de Santiago Mexquititlán y San Idelfonso Tultepec, ambas en el municipio de Amealco, se organizaron en una cooperativa y su esfuerzo y trabajo posicionó cada vez más a la muñeca Lele. Fue después de algunos años que, las muñecas se viralizaron y sus ventas aumentaron.

Heredado de generación en generación, ahora es el sustento de decenas de familias. Su fabricación es cien por ciento artesanal y se ha vuelto casi un ritual. Las trenzas y coronas tejidas con lazos de vivos colores identifican en cualquier parte del mundo a las Lele.

El éxito de esta muñequita tan grande fue que tiene su propio museo y fue declarada Patrimonio Cultural de Querétaro y Patrimonio Intangible de la Humanidad en 2018. Además, recorrió el mundo en 2019 a través de una muñeca gigante. Estuvo en Londres, China y Australia.

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