Cumplieron nuevamente los miles de fieles que participaron en la 61 Peregrinación de la Diócesis de Querétaro en su visita a la Virgen de Guadalupe en La Villa. Algunos llegaron a pie, en bicicleta, en transporte público, en camiones de carga, para agradecer a la Morenita del Tepeyac, tener vida, salud, empleo y porque termine la violencia en nuestro país.
La misa oficiada en el atrio guadalupano, por el obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza, externó: “en medio de esta crisis antropológica y cultural que estamos viviendo y después de la pandemia, estamos aquí para mirar y dejarnos mirar por nuestra querida madre la Virgen de Guadalupe, quien es madre y maestra”, señaló.
Llegaron cansados, pero muy contentos por venir a ver de cerca a Santa María de Guadalupe, algunos salieron desde el 7 de julio, 8, 20 y 21, para llegar puntal a la cita este 23 de julio.
En el atrio de la Basílica de Guadalupe, la cual lució llena de peregrinos, el Obispo López Plaza habló en el Evangelio sobre la parábola del Trigo y la cizaña, una de las parábolas de Jesús de Nazaret, recogida en el Evangelio de Mateo, para explicar que Jesús siembra en toda clase de terreno.
“Jesús nos enseña que su mensaje es dirigido a todos sin distinción, ya que Jesús siembra su semilla en toda clase de terreno, siempre con preferencia a los pobres y los pecadores, lo que provocó una oposición que fue creciendo hasta que lo crucificaron”, destacó.
Ante los peregrinos de Querétaro, que lucieron en coloridos pendones a la Virgen de Guadalupe, el obispo agradeció a todos los peregrinos y a los organizadores de esta gran peregrinación.
Poco después de las cinco de la mañana, la columna de casi dos mil ciclistas peregrinos de Querétaro arribó a la Basílica de Guadalupe, en donde se postraron ante la imagen de la Virgen de Guadalupe, donde celebraron con gozo llegar nuevamente la casa de la Morenita del Tepeyac.
Los peregrinos, moviendo sus sombreros entonaron canciones religiosas, lo cual encabezó el obispo. “Gritaron que la mera, mera es la Virgen de Guadalupe”. “Que viva Querétaro Católico”.
Los bendijo y deseo buen camino al regreso a sus hogares, y les dijo que regresan a sus hogares como instrumentos y artesanos de la paz.
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