En este sentido es muy importante recordar y celebrar la participación queretana en la defensa
de la soberanía nacional durante la Intervención Francesa.
El conflicto se inició en la prolongada inestabilidad política, que provocó la grave falta de recursos
del erario público, debido a lo cual el presidente Benito Juárez tuvo que suspender provisionalmente
el pago de la deuda externa. El gobierno logró negociar con españoles e ingleses, pero los franceses
no se retiraron porque su objetivo era establecerse en México apoyados por un grupo de mexicanos
conservadores. Así que se dispuso a invadir México.
La defensa de la nación fue organizada por el presidente Juárez, quien solicitó a los estados de la
República su colaboración en tropas y recursos. En Querétaro el 8 de noviembre de 1861, el
gobernador José María Arteaga convocó a la población masculina de entre 16 y 50 años a formar
la Guardia Nacional y a colaborar económicamente. En enero de 1862 dos batallones de queretanos
salieron rumbo a Veracruz. El general Ignacio Zaragoza, al mando del Ejército de Oriente, ordenó
cortar el camino del invasor hacia la capital del país y el 28 de abril tuvo lugar la primera batalla
en las Cumbres de Acultzingo. Los batallones queretanos participaron en esta acción militar formados
en la primera línea y bajo el mando del general José Ma. Arteaga, quien resultó herido. El 5 de mayo de
1862 en la batalla de Puebla, los queretanos como parte de las fuerzas armadas mexicanas lograron
triunfar sobre el Ejército Francés, considerado el mejor del mundo. Su valiente participación mereció
los honores del presidente Juárez.
Comenzaron a ser recordados y celebrados con solemnidad en Querétaro desde 1892. Se organizaban
ceremonias y desfiles con la participación de los niños queretanos. Estas celebraciones continuaron
por décadas como se puede observar en esta fotografía realizada por don Esteban Galván y publicada
en el diario Amanecer en el año 1951.
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