Flores, listones, moños papel, palmas, rosarios, escapularios, imágenes y de más accesorios se
vistieron las decenas de cruces que fueron presentadas por los devotos ante la Santa Cruz en la
capilla de Bernal que lleva el mismo nombre, previó a la fiesta de este 3 de mayo.
La Capilla de la Santa Cruz se vistió color, en sus adentros mujeres, hombres y niños de rodillas
con cruces en manos, fieles pidiendo un favor o agradeciendo uno prestado. Afuera una verbena,
gente en la feria, degustando alimentos, pulque, pan, cerveza.
La fiesta un mosaico de folklore, entre el cual destacaban los Escaloneros, danzantes, concheros y
apaches con su vestimenta de gala, en marcados por plumas de colores y trajes a semejanza
a pobladores originarios.
La Devoción de la gente no faltaba las calles, La Cruz era el centro, no sólo la que resguardaba
la capilla, sino esas que cada persona cargaba con ambas manos cerca del pecho o aquellos
crucifijos en mano.
La importancia, la reunión de venerar a las tres cruces: La Patrona, que está en el altar desde
que se construyó la capilla, La Cruz de La Peña, que es la que vigila al pueblo de San Sebastián
de Bernal, y La Cruz Peregrina, que pasa de casa en casa.
La gran fiesta será hoy, y para los habitantes de años de Bernal será un refrendo de su fe y una
confirmación de la comunidad y su vocación por mantener viva esa fusión prehispánica y colonial,
con el fin de pasarla de generación en generación.
La Capilla de la Santa Cruz es escenario de una de las principales festividades de Bernal,
el 3 de mayo de cada año, gente de todos los barrios y de comunidades cercanas se reúne
en este lugar para de ahí salir en un recorrido hasta la pequeña capilla que se encuentra en lo
alto de la Peña de Bernal.
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