El torero queretano, Diego San Román, se consagró como el gran triunfador de la corrida

Manuel Sescosse, presidente de Tauromaquia Mexicana, entregó reconocimientos para los

alternantes de la velada, y a los ganaderos Don Fernando de la Mora y Teófilo Gómez.

Además, se recordaron los 50 años de la puerta grande de Eloy Cavazos en Las Ventas, de Madrid 

El primero en escena fue el maestro madrileño, enfrentando a “Pata Negra” de 540 kg.

Con la capa ejecutó ceñidas chicuelinas y con la muleta arrancó con una tanda derechista

bien rematada de pecho que fue creciendo, pegado a astas adornó con redondos y pedresinas;

se tiró a matar y con una estocada entera doblegó a su enemigo para irse entre palmas. 

El hidrocálido inició su actuación lidiando a “Aborrecido” de 590 kg y de inmediato pegó

una tanda de espectaculares chicuelinas. Los doblones inauguraron el último tercio que

supo llevar al natural y que al compás de ‘Pelea de Gallos’ confeccionó un par de molinetes y

manoletinas plantándose de cara al toro para darle paso a la suerte maestra; sin embargo,

erró y dejó escapar la oreja, escuchó palmas. 

El queretano en tercer turno se midió a “Viajero” de 520 kg. Con la convicción de brillar en casa realizó

una serie de gaoneras y le dedicó su lidia a Don Arturo Torres Landa. Ya con la muleta fue exprimiendo

poco a poco el juego del burel, se arrimó al natural, decidió tirarse a matar y lo hizo de gran forma,

su premio una merecida apéndice. 

El “Juli” volvió para buscar mayor suerte con “Tostón” de 540 kg. El recorrido del astado le permitió

lucir por derecha y al natural, adornando su actuación con una tanda de molinetes y un par de trincheras,

pero pinchó con el acero y recurrió al descabello. 

El quinto ejemplar de la noche fue “Duende” de 520 kg, segundo para Joselito. Con el capote

ejecutó una tanda de gaoneras y faroles, mientras que con la muleta lució con estatuarios, fue paciente

y logró sacarle juego a su enemigo, especialmente por derecha; la estocada fue entera, pero no fue suficiente y escuchó un aviso. 

El cierra plaza fue “Tortolito” de 570 kg, toro con el que San Román culminó una gran actuación.

En su primer quite con la muleta ejecutó una pedresina que levantó los ánimos de la afición, al son de

‘El queretano’ mostró gran dosis de valor y cerca estuvo de ser prendido por el toro, aun así, no bajó

la entrega y la faena creció en pundonor; con la espada se lució y conquistó dos orejas más. 

El broche de oro lo puso el español, Marco Pérez, lidiando a “Prodigio” de 375 kg, novillo de Teófilo

Gómez que le permitió mostrar las cualidades que han llamado la atención en cada plaza en la que

se para y al que le quitó las dos orejas. Hoy a partir de la 1:00 de la tarde tendrá un mano a mano

con el mexicano, Juan Pablo Ibarra, también en Juriquilla. 

 

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