El Gobierno de México ha respondido a los controvertidos decretos firmados por Donald Trump al asumir nuevamente la presidencia de Estados Unidos. Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de la República, ha pedido «calma» ante la declaración de emergencia en la frontera, el regreso del programa «Quédate en México», la amenaza de imponer aranceles y la designación de los cárteles de la droga como organizaciones terroristas. Estas medidas refuerzan una postura de mano dura por parte de la administración republicana y plantean desafíos críticos para la relación bilateral.
«Es importante mantener la cabeza fría», señaló Sheinbaum Pardo durante su conferencia matutina, conocida como «La Mañanera», este martes. La mandataria recordó que muchas de estas acciones ya habían sido implementadas durante el primer mandato de Trump. «Siempre actuaremos en defensa de nuestra soberanía e independencia», enfatizó, al tiempo que reiteró la importancia de la cooperación para enfrentar los desafíos comunes entre ambos países.
Retórica nacionalista y su impacto en la frontera
En su discurso de toma de posesión, Trump reiteró una retórica ultranacionalista y xenófoba que marcó su regreso a la Casa Blanca. «Se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal y comenzaremos el proceso de devolver a millones de extranjeros criminales a sus países de origen», declaró el presidente estadounidense. Además, anunció la imposición de aranceles para combatir el tráfico de fentanilo y prometió endurecer las medidas contra los cárteles de la droga.
Ante estas declaraciones, el Gobierno mexicano ha optado por no caer en confrontaciones directas. «Actuaremos en apoyo y solidaridad con nuestros connacionales. Los mexicanos que viven en Estados Unidos no están solos ni lo estarán», declaró el canciller Juan Ramón de la Fuente, al detallar la estrategia consular que se implementará para proteger a los migrantes ante las nuevas políticas.
Presión en las ciudades fronterizas
El regreso del programa «Quédate en México» ya está generando tensiones en las ciudades fronterizas. Miles de migrantes que esperaban acceder a la plataforma CBP One, la única vía legal para ingresar a Estados Unidos, han quedado en un limbo tras la eliminación de dicha herramienta. Esto ha exacerbado las presiones en territorio mexicano, donde comunidades locales enfrentan los retos derivados de estas políticas unilaterales.
El Gobierno de Sheinbaum Pardo ha calificado estas estrategias como imposiciones unilaterales, dejando claro que no aceptará convertirse, ni siquiera de facto, en un tercer país seguro. La presidenta también subrayó que las acciones anunciadas por Trump no son nuevas, sino una continuación de lo que ya se vivió en 2018. «La declaración de emergencia y la militarización del combate a la migración no son medidas novedosas», afirmó.
Preocupaciones sobre el terrorismo y la soberanía
Una de las medidas que más preocupa al Gobierno mexicano es la designación de los cárteles como grupos terroristas. Aunque esta idea ha sido debatida durante la última década, nunca había sido implementada. Trump firmó el decreto en el Despacho Oval, declarando: «Esperé mucho tiempo para firmar esto».
La inquietud de México no se limita a una cuestión semántica, sino a las posibles intervenciones militares que Washington podría justificar bajo el pretexto de combatir el terrorismo. «Lo que buscaremos es coordinación en materia de seguridad, siempre con respeto a nuestra soberanía», afirmó Sheinbaum, quien se abstuvo de referirse directamente a una posible intervención militar, pero dejó en claro los límites que México no está dispuesto a cruzar.
Tensiones comerciales y el TMEC
En el ámbito comercial, Trump ha amenazado con imponer aranceles del 25 % a sus principales socios comerciales si no toman medidas contundentes contra China y el narcotráfico. Sheinbaum abordó esta amenaza destacando que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) sigue vigente y que cualquier revisión formal está prevista para 2026. «Siempre hay que actuar con base en lo que está escrito», recalcó la presidenta, minimizando el impacto inmediato de las declaraciones del mandatario estadounidense.
Un ejemplo que ilustra las tensiones fue la intención de Trump de renombrar el golfo de México como «Golfo de América». «En su plataforma continental podrá llamarlo como quiera, pero para el mundo entero seguirá siendo el golfo de México», declaró Sheinbaum, subrayando la importancia de analizar con detalle lo que dicen los decretos.
Camino hacia una negociación compleja
Las medidas de Trump anticipan un periodo de tensas negociaciones en los tres pilares que sostienen la relación bilateral: comercio, migración y seguridad. Sheinbaum Pardo, no obstante, confía en la posibilidad de establecer un diálogo formal con el equipo del mandatario estadounidense. «Como vecinos y socios comerciales, el diálogo, el respeto y la cooperación siempre serán el símbolo de nuestra relación», concluyó en su mensaje de felicitación al presidente Trump.
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