México ha llevado su disputa con Ecuador al escenario internacional, presentando una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). La acusación se centra en la presunta violación de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, tras acusaciones de intervención en las comunicaciones de la legación mexicana en Quito.
Alejandro Celorio, asesor jurídico de la Cancillería mexicana, sostiene que Ecuador ha cruzado líneas rojas al intervenir las comunicaciones diplomáticas. «Esta acción constituye una transgresión directa a las normativas internacionales que protegen las relaciones diplomáticas», afirmó Celorio.
Roberto Canseco, el jefe de Cancillería de la misión diplomática mexicana en Ecuador, agregó preocupación al revelar que un vehículo militar fue detectado fuera de la Embajada de México. Se presume que este vehículo se utilizó para interferir en las comunicaciones móviles de la embajada.
Los incidentes denunciados no se detienen ahí. Eva Martha Balbuena Reyes, jefa de Administración en la legación mexicana, fue objeto de seguimiento por agentes de policía, generando inquietud sobre su seguridad personal. Además, se informó de interferencias en las comunicaciones durante un operativo para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas.
La demanda presentada ante la CIJ detalla una serie de incidentes que culminaron con una irrupción violenta en la embajada mexicana el pasado viernes. México sostiene que estos eventos no son casos aislados, sino que forman parte de una campaña sistemática de intimidación y acoso por parte de las autoridades ecuatorianas.
Este enfrentamiento bilateral no solo pone a prueba las relaciones entre México y Ecuador, sino que también subraya la importancia del respeto a las normas internacionales en el ámbito diplomático. Como señaló el experto en relaciones internacionales, Dr. Carlos Torres, «las acciones de un país hacia otro deben regirse por el respeto mutuo y la integridad de las instituciones diplomáticas».
La Corte Internacional de Justicia ahora tiene en sus manos un caso que podría sentar un precedente en las relaciones diplomáticas internacionales y la protección de la soberanía de las embajadas en el extranjero.
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